Se llevan 4 años y 4 días. Son chiquititos y grandes a la vez. Son completamente dependientes y completamente independientes. Agustín nos enteramos que venía un 29 de diciembre (¿que regalo de cumpleaños no?).
Todos decimos cuando deseamos tener hijos, que es lo mas hermoso que le puede pasar a cualquier persona, pero en el primer segundo después que me enteré, lo primero que sentí en mi interior fue miedo, no miedo, sentí terror. En un segundo se me cruzaron por la cabeza 200 preguntas (¿será sanito?, ¿quién me va a ayudar a mi?, ¿seré capaz de ser papá?). Porque pongamos una cosa en claro, no podés ir a buscar a tu mamá para que te ayude, ni llamar al doctor para que te explique. Quizás en esos momentos, uno por fin entiende la frase “nadie te enseña a ser papá”. Luego de las 200 preguntas en 2 segundos, lo que sentí fue una alegria enorme y la necesidad a llamar a toda la familia para contarles las buenas nuevas. Fueron muchos llamados telefónicos y realmente sentí en esos, como era comunicar la felicidad por teléfono (Comentario: Todos estaban esperando la noticia el 24 la noche de navidad, pero bueno fue un tema de cálculos y días). Agustín era el primer nieto y primer todo. Por lo tanto el embarazo fue como la película de Jim Carrey. Digamos que la pasamos bastante acompañados.Lo único que no pude hacer, fue darle la noticia a Raúl (mi abuelo), en ese momento estaba ya bastante mal. Falleció el 6 de enero del 2006. Ocho días después de habernos enterado que iba a venir Agustín.
Dicen que cuando un alma viene, otra se vá. Quizás un poquito de esa alma que se fué, esta en este momento en la Agustín. 9 meses después, un 28 de Agosto de 2000, nos acercamos al médico (ya sabiamos o casí, que veníamos de cesárea). A las 17 hs nos dijeron que a las 18 ingresabamos al quirófano. La única negociación fue la de presenciar el nacimiento, si o si. “si te desmayas, no te vamos a ayudar”.(era justa la respuesta). A las 18.40 hs, pasaron 3 cosas. Nació Agustín y yo me di cuenta que mi mente estaba en blanco y que tenía un hijo. Por varios segundos lo único que había en el quirófano éramos mi hijo y yo. Era para lo único que tenía ojos.
El placer de tenerlo en brazos a los 30 segundos de haber nacido, fue algo inigualable.
Para que contarles, que a partir de ese momento. Pasé a ser una planta. Ninguno de los familiares, puso atención en mi persona. Solo estaban allí para conocer a Agustin y nada mas. Algo de atención a la madre y mucha de la atención a Agus.
Cuatro años y 1 día después de saber de la llegada de Agustín, nos enteramos con Nica de la llegada de otro niño que venía al mundo. Esta vez, con la experiencia del primero y con una idea en la cabeza. Decidimos buscar una forma nueva, para comunicarle a la familia la llegada del nuestra nueva hija. Escribimos una carta en primera persona de parte del bebé para que anuncie su llegada. En estos casos creo que el universo se pone en orden. Todos los familiares recibieron la carta con menos de 1 hora de diferencia.Lo gracioso del evento, fue el llamado de mi abuela materna, diciendo que le había llegado una carta de alguien que ella no conocía. Estuvimos un rato largo explicandole la situación hasta que la entendió.
Volvieron los miedos, las preguntas y las demás cosas. Quizas con un poco mas de experiencia, pero todos los hijos son únicos. Mi única pregunta era, si por fin en la familia habría una mujer. 5 meses después nos enteramos que tendriamos a Micaela Florencia. Miki estuvo creciendo y el 28 de agosto del 2004, le pareció buen momento para salir. Tuvimos que decirle que espere y ella se portó muy bien y nació el 1 de septiembre del 2004. Era una gorda hermosa de 4.080 kg que también nació por cesárea. Con esta también pasé a ser una planta. Pero por lo menos ahora me regaban y ponían en la ventana para que tomara sol.
Lo que quería decir era que, no importa cuanto te hayan contado y cuantos amigos tengas con hijos. Cuantos sobrinos hayas creído que estabas cuidando y creíste haber cuidado. Cuantas veces viste a tus amigos ir con hijos a reuniones y tener que irse por fiebres o vómitos. Nada te enseña a ser padre. Nadie te explica como tenés que comportarte en determinados momentos. Pero nadie te va a poder contar que se siente cuando: Los tenés por primera vez en tus brazos.Los ves abrir los ojos a la mañana.Los tenés en la cama junto a tu corazón, porque es donde mejor se sienten.
Los ves levantar la cabeza cuando llegas del trabajo y decis sus nombres.
Los levantas de la cama y te sonrien por primera vez, porque te conocen.
Los dormís arriba de tu pecho y no los querés dejar en la cuna, para disfrutarlos un poco mas.
Los ves jugar con cosas que uno no entiende, pero que el pediatra te dice que es bueno para ellos.
Los ves llorar cuando le dan todas esas vacunas que le dan.
Los cuidas al lado de la cama de ellos, cuando tienen fiebre o se sienten mal. Y uno no sabe como hacer para que se sientan mejor.
Los escuchas decir sus primeras palabras. (Donde todo el mundo se pelea para que digan papa o mamá)
Los escuchas hablar solos sobre cosas que uno nunca entenderá.
Los llevas al jardín por primera ves. Y los ves con el uniforme y decís que ya están grandes.
Los ves crecer y los ves disfrutar con sus abuelos, tíos y amigos.
Quizas de esto se trate la vida. Quizas esto sea lo que uno solo debe aprender, el tratar de ser un buen padre y con esto lograr que los hijos, sean buenos padres, por todo lo que los padres les dimos.
Gonzalo. Vos sabés
Cómo te esperaba
Cuánto te deseaba
No, si vos sabés
Vos sabés
Que a veces hay desencuentros
Pero cuando hay un encuentro de dos almas trae luz
Vos sabés
Que cuando llegaste cambiaste el olor de mis mañanas
No, si vos sabés
Vos sabés el día que tu madre vino
Y me dijo con ojos mojados que ibas a venir
Cuando el doctor dijo: señor, lo felicito, es un varón
Cómo poder explicarte
Cómo poder explicártelo
El amor de un padre a un hijo no se puede comparar
Es mucho mas que todo
No, si vos sabés
Vos sabés….
Los observo mientras tu madre te mece
Y me hace sentir fuerte
Mirarte crecer
La emoción que siento dentro
La comparto en este cantar
Con los que miran al frente, de noble corazón
Cuando el doctor dijo: señor, lo felicito, es un varón
Cómo poder explicarte
Cómo poder explicártelo
El amor de un padre a un hijo no se puede comparar
Es mucho mas que todo
No, si vos sabés. (VOS SABÉS – LFC)
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